ENTREGABLE 3
Maestría: Maestría en Gestión Integral del Riesgo
MATERIA : Protección Civil y Riesgos de Desastres
Alumno: JOSE RAFAEL MOYA SAAVEDRA
Universidad Ducens
Título: Fortaleciendo la Resiliencia ante Amenazas
Naturales en la Ciudad de México
La Ciudad de México, una metrópoli densamente poblada y
geográficamente vulnerable, se enfrenta a una serie de amenazas naturales,
desde sismos hasta inundaciones y problemas ambientales. Tomando en cuenta,
mi visión, sobre los fenómenos perturbadoras (Amenazas o Peligros) expresados
en el texto: “La Importancia de la Gestión de Riesgos y la Prevención de
Desastres en la Ciudad de México” (Entrega anterior) explorare,
cómo la resiliencia puede aplicarse de manera integral para mitigar los
impactos de estos fenómenos y fortalecer la capacidad de la ciudad para
adaptarse y recuperarse y la importancia de la resiliencia personal y
comunitaria en este proceso.
Definición:
1.-Resiliencia Institucional: En Gestión Integral de Riesgos (GIR), la
resiliencia se define como la capacidad de un sistema, comunidad o entidad para
anticipar, resistir, adaptarse y recuperarse de manera eficiente y sostenible
ante la ocurrencia de eventos adversos o situaciones de riesgo.
La resiliencia en GIR implica la integración de estrategias
y medidas preventivas, preparativas, de respuesta y de recuperación para
minimizar los impactos negativos de eventos perturbadores y garantizar una
rápida y efectiva restauración de las condiciones normales.
2.- Resiliencia personal (GIR) se refiere a la
capacidad individual de anticipar, resistir, adaptarse y recuperarse
eficazmente frente a situaciones adversas o riesgos que puedan afectar la
propia seguridad y bienestar. Implica el desarrollo de habilidades, actitudes y
recursos personales que permiten a una persona afrontar con éxito desafíos y
superar eventos perturbadores.
I.- Resiliencia institucional (Gobernanza)
Resiliencia ante Sismos:
·
La resiliencia sísmica implica más que
estructuras sólidas; implica una combinación de preparación, respuesta y
recuperación. Además de códigos de construcción robustos, la concientización
pública juega un papel clave. Implementar simulacros regulares, educar a la
población sobre acciones seguras y promover la autoorganización comunitaria son
medidas que pueden aumentar significativamente la resiliencia ante sismos.
Además, el desarrollo de tecnologías avanzadas de alerta temprana y la mejora
continua de la infraestructura sísmica son fundamentales.
Resiliencia ante Inundaciones:
·
Frente a las amenazas de inundaciones, la
resiliencia implica un enfoque integral. El mantenimiento adecuado de sistemas
de drenaje, la gestión sostenible de cuencas fluviales y la actualización
constante de mapas de zonas propensas a inundaciones son esenciales. La
participación ciudadana puede fortalecer la resiliencia, incentivando prácticas
de conservación del agua, reportando problemas de drenaje y participando en
actividades de limpieza comunitaria.
Resiliencia ante Deslizamientos de Tierra:
·
En las áreas de ladera, la resiliencia ante
deslizamientos de tierra implica la aplicación de medidas de ingeniería, como
la construcción de muros de contención y la reforestación estratégica para
estabilizar el suelo. La educación comunitaria sobre los riesgos asociados y la
promoción de prácticas de desarrollo sostenible también son componentes
cruciales.
Resiliencia ante Contaminación del Aire:
·
La resiliencia frente a la contaminación del
aire requiere un enfoque colaborativo. La implementación de políticas
ambientales más estrictas, la promoción de transporte público y la transición
hacia energías limpias son acciones clave. Además, programas de concientización
pública pueden fomentar cambios de comportamiento, como la reducción del uso de
vehículos particulares y la adopción de prácticas más sostenibles.
II.- Resiliencia Personal
La experiencia de resiliencia en las personas ante amenazas
naturales como sismos, inundaciones, deslizamientos de tierra y problemas
ambientales puede manifestarse de diversas maneras.
Adaptabilidad y Aprendizaje:
·
Sismos: Las personas resilientes no solo
se adaptan físicamente a las medidas de seguridad, como refugios y kits de
emergencia, sino que también aprenden de experiencias pasadas. Participan en
simulacros, educan a sus familias y vecinos, y están dispuestas a ajustar su
comportamiento en función de las lecciones aprendidas.
·
Inundaciones y Deslizamientos de Tierra: La
resiliencia implica adaptarse a entornos propensos a inundaciones o
deslizamientos. Las personas resilientes pueden reubicarse, construir viviendas
más seguras o participar activamente en la gestión comunitaria del riesgo,
contribuyendo a la prevención y mitigación.
·
Contaminación del Aire: Individuos
resilientes adoptan prácticas para reducir su exposición a la contaminación del
aire, como utilizar transporte público, apoyar políticas ambientales y buscar
formas de minimizar su propia huella de carbono.
III.- Resiliencia Comunitaria
Redes de Apoyo Social: La resiliencia no se limita a
la capacidad individual; también se basa en las relaciones sociales. Las
personas que cuentan con sólidas redes de apoyo, ya sea familiar, comunitaria o
de amigos, son más capaces de enfrentar desafíos y recuperarse de eventos
adversos.
Coping Emocional: La resiliencia emocional implica la
capacidad de gestionar el estrés, la ansiedad y el miedo asociados con amenazas
naturales. Las personas resilientes pueden desarrollar estrategias de
afrontamiento saludables, como la búsqueda de apoyo emocional, la práctica de
la autoexpresión y la participación en actividades que promueven el bienestar
mental.
Empoderamiento y Participación Comunitaria:La
resiliencia se fortalece cuando las personas se sienten empoderadas para
contribuir a la seguridad y la mitigación de riesgos en sus comunidades.
Participar en iniciativas locales, como programas de gestión de desastres,
actividades de limpieza y proyectos de infraestructura resiliente, puede
alimentar un sentido de pertenencia y propósito.
Preparación y Planificación: Las personas resilientes
son proactivas en la preparación. Tener planes de emergencia familiares,
conocer las rutas de evacuación y participar en ejercicios de simulacro son
indicadores de una mentalidad resiliente.
IV.- Conclusiones
La resiliencia en la Ciudad de México es un desafío
multifacético que requiere una abordaje integral, considerando aspectos
estructurales, comunitarios y de concientización. Al fortalecer la resiliencia
ante sismos, inundaciones, deslizamientos de tierra y contaminación del aire,
la ciudad puede construir una base sólida para afrontar los desafíos presentes
y futuros, promoviendo la seguridad y bienestar de sus habitantes.
Esta estrategia no solo implica resistir las amenazas, sino
también aprender y evolucionar. Transformar las adversidades en oportunidades
para el desarrollo sostenible y la mejora continua es esencial. La resiliencia
no se limita a estructuras y políticas, sino que se manifiesta en la
experiencia de las personas. Implica un equilibrio entre la adaptación
individual y la colaboración comunitaria.
La experiencia de resiliencia en las personas se refleja en
la capacidad de adaptarse a las amenazas naturales, aprender de las
experiencias pasadas y contribuir activamente a la seguridad y mitigación de
riesgos. Afrontar y sobreponerse a estas amenazas va más allá de la mera
resistencia; implica un proceso de crecimiento y fortalecimiento a nivel
personal y colectivo. La resiliencia, cuando se integra a nivel estructural y
humano, se convierte en una herramienta poderosa para construir comunidades más
seguras, sostenibles y preparadas para los desafíos del futuro.
1.- Peralta,
Henry y Velasquez, RESILIENCIA PARA LA VIDA,2020
2.- Peralta,
Henry y Velasquez, RESILIENCIAla clave el nuevo liderazgo del Siglo XXI, 2020
Comentarios
Publicar un comentario