ENTREGABLE “BOPHAL.”

ANALISIS Y GESTION DE RIESGOS II

MAESTRIA EN GESTION INTEGRAL DE RIESGOS

PROF. MAYOLA CLAUDIA CALIXTO TEJADA

ALUMNO: JOSE RAFAEL MOYA SAAVEDRA

El desastre de Bhopal es uno de los eventos más trágicos de la historia industrial, y destaca la importancia crítica de una gestión adecuada de riesgos en entornos altamente peligrosos. En la madrugada del 3 de diciembre de 1984, una fuga de gas tóxico en la planta de Union Carbide en Bhopal, India, causó miles de muertes y afectó a cientos de miles de personas. Este suceso no solo expuso graves fallas técnicas, sino también profundas deficiencias en la administración de riesgos, desde la identificación de peligros hasta la falta de una cultura de seguridad. Para entender mejor cómo pudo haberse evitado una tragedia de tal magnitud, es útil recordar los pasos esenciales de la gestión de riesgos, los cuales permiten prevenir, mitigar y responder ante posibles amenazas. A continuación, se presenta un resumen de estos pasos clave, que sirven como guía fundamental para la administración de riesgos en cualquier contexto operativo.

 Reflexiones Sobre la Gestión de Riesgos en el Caso Bhopal

El desastre de Bhopal es un recordatorio doloroso de lo que puede suceder cuando no se maneja adecuadamente el riesgo. Este trágico evento nos muestra cómo, al no tomar en serio los peligros potenciales, una situación que parece bajo control puede convertirse rápidamente en una catástrofe.

El primer paso clave en la gestión de riesgos es identificar y evaluar los riesgos. En Bhopal, aunque estaba claro que el gas isocianato de metilo (MIC) era altamente peligroso, no se realizaron los análisis necesarios para prever el peor de los escenarios. Subestimar la probabilidad de una fuga fue un error fatal. Nos enseña que, aunque algo parezca improbable, debemos considerar todas las posibilidades, incluso aquellas que parecen lejanas, porque en gestión de riesgos, lo impensable puede convertirse en realidad.

Luego está el tratamiento del riesgo, que implica poner medidas para prevenir desastres. Aunque había sistemas de seguridad en la planta, estos no funcionaron adecuadamente. Imagínate tener alarmas de humo en tu casa, pero nunca revisar si las baterías funcionan. Eso fue lo que pasó en Bhopal: los controles de seguridad no fueron mantenidos, y cuando llegó el momento crítico, fallaron. Esto nos recuerda que no basta con tener medidas en su lugar; es esencial darles mantenimiento y probar que estén listas para actuar cuando se necesiten.

El monitoreo y control es otro paso vital, que en este caso, simplemente no existía de manera efectiva. Si hubieran monitoreado correctamente los niveles de gas, podrían haber evitado que la situación se saliera de control tan rápidamente. Un buen sistema de monitoreo nos permite reaccionar a tiempo, antes de que un problema pequeño se convierta en una crisis de grandes proporciones.

También está la comunicación, que en cualquier situación de riesgo es clave. En Bhopal, la comunicación fue desastrosa. Ni las autoridades ni la gente que vivía cerca de la planta sabían qué hacer en caso de una emergencia. Sin información adecuada, no se pudo realizar una evacuación a tiempo, lo que agravó las consecuencias humanas. Esto nos enseña que siempre se debe tener un plan claro, y asegurarse de que todos sepan qué hacer si algo sale mal.

Finalmente, está la cultura de seguridad de una organización. En Bhopal, lamentablemente, esta cultura fue sacrificada en nombre de ahorrar dinero. Las empresas deben poner la seguridad de las personas por encima de los recortes de costos. Fomentar una cultura de prevención y seguridad no solo protege a los empleados, sino también a las comunidades cercanas.

Este desastre nos deja una enseñanza muy clara: la gestión de riesgos no es algo que se pueda tomar a la ligera. Cuando no se toman las medidas necesarias, el costo no solo es financiero, sino también humano. Como profesionales de la gestión de riesgos, nuestro trabajo es evitar que historias como la de Bhopal se repitan.